En la provincia de Huesca, escondidos entre montañas y valles profundos, se encuentran cuatro pueblos que son auténticas joyas: Ansó, Alquézar, Aínsa y Roda de Isábena.
Cada uno de ellos refleja la esencia de la vida en el Pirineo y Somontano, donde la historia, el patrimonio y la naturaleza se fusionan para ofrecer al visitante una experiencia única. Desde calles empedradas hasta antiguas catedrales, estos pueblos son custodios de la belleza y las tradiciones de España.
Ansó
Enclavado en el corazón del Pirineo, Ansó te recibe con sus casas de piedra, sus puertas de madera enmarcadas por grandes portalones hechos de piedra y las balconadas de madera llenas de plantas y flores. Una espléndida colección de chimeneas corona la mayoría de los anchos tejados de teja ansotana. Construidas al estilo tradicional, son de gran tamaño, cilíndricas y con tejadillo para evitar que el viento impida la salida de los humos y estos retrocedan hacia la cocina.
Entre montañas imponentes y verdes prados, este pueblo es un refugio donde la naturaleza y la tradición se entrelazan armoniosamente.
Curiosidad: Ansó celebra cada agosto su famoso «Día del Traje Ansotano», donde los habitantes visten los trajes típicos del pueblo, una tradición que data de siglos.
No te pierdas: Recorre las calles empedradas y las casas de piedra de este pueblo en el Pirineo aragonés. Destacan su traje típico y las rutas de senderismo en los alrededores.
Patrimonio: La Iglesia de San Pedro y el Museo del Traje Ansotano son visitas imprescindibles.
Productos Típicos: La carne de caza, la carne de ganadería local y las setas, además de las migas de pastor, son platos tradicionales en Ansó.
Cómo llegar: Desde Huesca, toma la A-132 y luego la A-176 hasta llegar a Ansó. ¡Las vistas en el camino te sorprenderán!
Alquézar
Entre las colinas ondulantes del Somontano, surge Alquézar como una joya medieval suspendida en el tiempo. Las murallas de la colegiata dominan el paisaje, mientras los viñedos y olivares susurran historias de tiempos pasados.
No te pierdas su excursión de las Pasarelas del Río Vero.
Curiosidad: Alquézar debe su nombre al término árabe «Al-Qasr», que significa «fortaleza». Su historia está ligada a la época musulmana, lo que explica su impresionante castillo y murallas.
No te pierdas: La Colegiata de Santa María la Mayor domina el pueblo, mientras que las rutas de senderismo te sumergen en la naturaleza del Parque Natural de la Sierra y Cañones de Guara.
Patrimonio: La Colegiata y el casco histórico, junto con el cañón del río Vero, son sus principales joyas.
Productos Típicos: El aceite de oliva y los vinos del Somontano son los productos estrella. También destacan los quesos y la repostería tradicional, como los crespillos.
Cómo llegar: Desde Huesca, toma la A-1229 hasta llegar a este pintoresco pueblo medieval.
Aínsa
Entre ríos y montañas, Aínsa emerge como un guardián de los tiempos antiguos. Su casco antiguo amurallado y su imponente castillo ofrecen vistas espectaculares que cuentan la historia de una villa que ha sido testigo de siglos de historia.
Curiosidad: Según la leyenda, la famosa Cruz de Sobrarbe apareció milagrosamente en el cielo durante la reconquista de Aínsa, lo que inspiró su escudo y se celebra en la fiesta de «La Morisma».
No te pierdas: La Plaza Mayor de Aínsa es un lugar emblemático donde disfrutarás de la historia que se respira en cada rincón. También, visita el Castillo de Aínsa y las vistas desde sus torres.
Patrimonio: El Castillo, el casco antiguo y la Iglesia de Santa María son esenciales en tu recorrido.
Productos Típicos: El cordero a la brasa y las truchas del río Cinca son algunos de los platos más típicos. No olvides probar el vino y los licores caseros.
Cómo llegar: Desde Huesca, toma la N-240 hacia el norte, luego sigue la A-138 hasta llegar a Aínsa.
Roda de Isábena
Encaramado en una colina que parece flotar sobre el río, Roda de Isábena es un pequeño pero majestuoso pueblo medieval. Sus piedras milenarias y su catedral se alzan imperturbables, custodiando un patrimonio de incalculable valor histórico y espiritual.
Curiosidad: Roda de Isábena es el pueblo más pequeño de España que cuenta con una catedral. Además, la silla de San Ramón fue robada en 1979 por el infame ladrón de arte René Alphonse Van Den Berghe, conocido como Erik el Belga.
No te pierdas: Pasea por este pequeño pueblo medieval y visita la Catedral de San Vicente, la más antigua de Aragón. No olvides recorrer su claustro.
Patrimonio: La Catedral de San Vicente y el claustro medieval son sus principales atracciones.
Productos Típicos: El queso de cabra, las setas de temporada y el ternasco son los protagonistas gastronómicos de Roda de Isábena. No te olvides de llevarte longaniza de Graus y trufa negra de la zona.
Cómo llegar: Desde Huesca, toma la N-230 hacia el norte y luego la A-1605 para llegar a Roda de Isábena.
Autor: Huesca La Magia
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